Arcilla roja con esmalte de hierro
de 980ºC
Lo femenino en mi es un volumen,
sus límites,
difíciles de precisar
vienen expresados
por la cualidad de lo contenido;
por su dulzura inapelable.
Y
por decirlo de alguna manera,
estoy llenando de contenido
lo femenino que en mi yace.
Y
ello me llena de alegría,
porque como el bambú se mueve
al viento,
al que ella también modela
con su movimiento,
de mi,
como si de una grieta se escapase,
surge la ternura,
y ella incendia
mundos todavía desconocidos.
Si fuera mujer, me hablaría bajito
y diría: "de mí surgió el cosmos"
Gracias por tu visión de un aspecto de este ser mujer que de tan en el propio respirar ¿cómo reconocer?. Hasta que la consciencia pare de significado el estar viva, el ser vida o el encuentro con "otro humano" me da un algo que comienza a resonar en mi interior despertándome igualmente a ¿quién soy?. Gracias por fijarte en mi, mujer.
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