viernes, 24 de junio de 2011

Escultura y poema "Maternidad"









Piedra caliza rosa


La capacidad de engendrar vida,
la mujer,
es algo que la mayoría de hombres
envidiamos
tal vez en la secreta
bodega
de nuestro corazón,
situándonos en una clara
inferioridad de condiciones
a la hora
de pretender imitar
al Creador,
por eso
marchamos al frente
de todas las guerras,
de todas las terribles barbaridades,
sobre todo
maltratándonos,
disminuyéndonos
en muchos grados de nuestra
dignidad,
tenemos que recuperarnos,
reconocernos,
aceptarnos, amarnos,
y ser verdaderemente
quienes somos,
hijos inevitables de una madre
amando al mundo
la mejor forma de actuar
la madre que también somos,
amando al mundo,
amándolo todo,
Dios no es un anciano venerable,
Dios es mujer
nosotros somos mujeres
con vulva y matriz
en los ovarios del Alma,
amando al mundo amándolo todo
así realizamos
la Divina Madre que somos
y
así nos completamos,
no más envidias subterráneas,
no más violencia machista,
no más complejos ocultos
por la contrafobia,
el universo entero es una madre,
y
el reto es permitirnos ser
nuestra propia madre
para el mundo.

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